María Muñoz, especialista en aparato digestivo: "El arroz congelado y recalentado puede ayudarte a reducir calorías"

Consumir arroz cocido, congelado y posteriormente recalentado puede ser una estrategia útil para quienes buscan reducir la cantidad de calorías absorbidas, controlar los picos de glucosa o mejorar la salud intestinal. Así lo explica la doctora María Muñoz, especialista en aparato digestivo en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y miembro de la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva.

Según detalla la experta, el motivo detrás de este efecto beneficioso no tiene que ver con una modificación mágica, sino con la transformación del almidón durante el proceso de enfriamiento. “¿Sabías que el arroz cocido y luego congelado puede tener menos calorías? No es magia, es ciencia y tiene que ver con cómo tu cuerpo digiere el almidón”, explica la doctora.

Por qué el almidón resistente reduce las calorías

Cuando el arroz cocido se enfría y posteriormente se congela, parte del almidón que contiene se convierte en almidón resistente, una forma que el organismo no digiere ni transforma en glucosa. Este tipo de almidón actúa de forma similar a una fibra prebiótica, llegando intacto al colon, donde alimenta a las bacterias beneficiosas de la microbiota. "Resultado: menos calorías absorbidas y un menor impacto en los picos de glucosa", asegura.

El efecto final es una menor absorción calórica y una respuesta glucémica más moderada, algo especialmente interesante para personas que buscan mejorar su salud digestiva o controlar su peso. “Ese almidón resistente no se digiere ni se absorbe como glucosa, sino que pasa al colon como una fibra, teniendo un efecto prebiótico”, señala Muñoz.

Los alimentos con efecto prebiótico, como este arroz modificado, favorecen el crecimiento de las bacterias buenas del intestino. Estas bacterias, al fermentar las fibras no digeridas, producen compuestos beneficiosos como los ácidos grasos de cadena corta que contribuyen a reducir la inflamación, fortalecer la barrera intestinal y mejorar la absorción de nutrientes.

En palabras de la especialista, “congelar y recalentar el arroz cambia su efecto en tu cuerpo. A veces pequeños trucos dan grandes beneficios”. Sin embargo, también advierte de los riesgos que puede acarrear una mala conservación de este alimento cocido.

Precauciones para evitar intoxicaciones alimentarias

El arroz es especialmente vulnerable a la proliferación de Bacillus cereus. Por ello, la doctora subraya la importancia de conservarlo adecuadamente: “El arroz mal conservado puede causar intoxicación por el bacillus cereus, una bacteria que no se elimina solo con calentar y que puede causar diarrea”.

Para evitar riesgos, se recomienda no dejar el arroz cocido a temperatura ambiente durante más de una hora, repartirlo en recipientes planos y poco profundos antes de guardarlo en la nevera o congelador, y consumirlo en menos de 48 horas si no se congela. Además, es esencial no mezclar arroz recién cocinado con otro ya refrigerado.